Pantalla negra en notebooks.

En el mundo de la informática, como la salud en general, lo mejor, siempre es recurrir a especialistas. Pero, conocer los síntomas y los posibles causales, puede ser una ventaja de cara a una eventual reparación.

Nos predisponemos a continuar un trabajo, a seguir una partida de nuestro juego favorito, o simplemente navegar por la Web, cuando de repente, nuestra pantalla ya no emite imagen.

Tiempo de primeras consideraciones. ¿La pantalla no emite video, pero el equipo enciende? Existe una diferencia abismal entre este escenario y un equipo que directamente no logra arrancar.

Si el equipo no prende, ya es campo de otra discusión. Pero si estamos frente a una pantalla que no emite video, remarcamos, en el caso de las notebooks, puede deberse a un problema del cable flex, de memoria, de la placa de video, o del disco duro. *

El cable de flex, es, básicamente, una cinta electrónica que logra conectar la placa de nuestro dispositivo con la pantalla y que, de tanto abrir y cerrar la computadora, es “natural” que sufra un cierto desgaste, pudiendo ser este uno de los causales de la no emisión de video. El remplazo de este componente es la solución, y no presentará mayores secuelas.

Cuando la falla tiene que ver con el video de nuestro equipo. Esto puede deberse muchas veces a una cuestión de temperatura.

Los equipos portátiles suelen tener problemas con la refrigeración, llegando a temperaturas altas que, en ciertas oportunidades, les traen consecuencias en sus componentes plásticos. Sube la temperatura, y, con el paso del tiempo, el resultado puede ser un chip de video que se suelta.

Esta clase de problemas se resuelve con un proceso denominado “reballing” que, a trazo grueso, lo que hace es volver a colocar el chip en su posición original. Lamentablemente, si tu equipo continúa sufriendo problemas de temperatura, tenderá a ser reincidente.

Estas dos variables que mencionamos, se pueden identificar fácilmente intentando “tirar video” por otra salida. Es decir, tomando un cable VGA / HDMI (dependiendo el modelo de nuestro equipo) probamos con un monitor externo si efectivamente al conectarlo, podemos ver la actividad de nuestra computadora. Si vemos imagen, sabremos que la cuestión —seguramente— pase por los antes mencionados puntos.

Cuando el equipo enciende, pero no muestra imagen ni siquiera por un monitor externo, el problema puede encontrarse en las memorias, o en el disco.

Si una memoria está fuera de lugar, el equipo no logrará arrancar de manera correcta. Por eso, la recolocación pudiera solucionar el problema. La ubicación de las mismas, varía según el modelo y marca. Y, como siempre, recomendamos no tocar en caso de no ser necesario.

Si el problema reside en el disco duro, el mismo se encuentra dañado por un golpe, o simplemente se ha deteriorado por el paso del tiempo, el equipo no podrá iniciar de manera correcta hasta que se remplace esta pieza, se formatee, y se coloquen los drivers correspondientes. Y claro, nunca te olvides de chequear que los drivers estén al día.

Como verán, los problemas pueden ser tan variados como las soluciones, lo importante es no desesperar, tratar de informarse, pedir diagnostico, y recién entonces, tendremos una mínima base para saber si conviene, o no, afrontar un gasto.

Aclaraciones
***Insistimos, no nos adentraremos en todos los detalles, estamos siendo bien genéricos para remarcar la extensa diferencia que existe entre un problema “básico” y algo más “grave”. La lista de causales de pantalla negra, incluso, puede y debe ser más grande —golpes, derrame de líquidos, etc—, pero aquí, hablamos de las más “cotidianas” de un uso regular.